Es lo que hacemos todos: nos lanzamos, y esperamos poder volar. Porque si no es así, caeremos como piedras. Y durante la caída nos preguntamos: ¿se puede saber por qué he saltado? Pero aquí estoy, cayendo. Y sólo hay una persona que puede hacerme creer que vuelo: y eres tú.
lunes, 3 de febrero de 2014
Y aquí sigo yo
con el coraje de quien no le queda nada, y aún así se mantiene con fuerzas para luchar por conseguirlo todo.
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