Es lo que hacemos todos: nos lanzamos, y esperamos poder volar. Porque si no es así, caeremos como piedras. Y durante la caída nos preguntamos: ¿se puede saber por qué he saltado? Pero aquí estoy, cayendo. Y sólo hay una persona que puede hacerme creer que vuelo: y eres tú.
sábado, 17 de noviembre de 2012
Y hoy le pido a tu ángel de la guarda que comparta,
que me de valor y arrojo en la batalla, pa' ganarla!
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